09 de septiembre de 2025
LA ESTADÍSTICA POLÍTICA:Ernesto Ruffo: De ser héroe, ¿A ser la vergüenza?

LA ESTADÍSTICA POLÍTICA
Por Sergio Trochez Reza
Martes 9 de septiembre de 2025
Sin asegurar que el ex-gobernador de Baja California, Ernesto Ruffo
Appel, cometió un delito, la verdad es que está método en un problema de
una gran dimensión, y podría ser encarcelado en un futuro muy cercano.
Y aunque este lunes el ex-mandatario panista difundió un video en donde
dice estar a disposición de las autoridades para aclarar su situación;
la realidad es que está contra las cuerdas.
Está acusado por el Gobierno Federal por el delito de huachicol, junto
con otras 199 personas, y en los próximos minutos, seguramente un juez
ordenará su orden de aprehensión.
El asunto ha sido tomado por muchos miembros activos del Partido Acción
Nacional como algo insignificante. Pero los que analizan más
profundamente este tipo de situaciones, saben que Ruffo está metido en
una dificultad demasiado complicada.
Y es que, en caso de que un juzgador resuelva que hay que detenerlo,
cualquier policía lo va a aprehender, sin batallarle mucho, pues sus
amigos dicen que el ex-jefe del Poder Ejecutivo Estatal anda muy
relajado, y continúa llevando una vida normal. No ha huido de Baja
California.
Ernesto Ruffo es todo un personaje.
En 1986, siendo gerente de una empresa dedicada a la industria pesquera,
y sin militar en partido político alguno, fue convencido por varios
panistas, para ser su candidato a presidente municipal de Ensenada,
obteniendo el triunfo por un amplio margen.
Durante su administración como cabeza del gobierno ensenadense, fue
odiado por el entonces gobernador de Baja California, Xicoténcatl Leyva
Mortera, quien, siendo militante del Partido Revolucionario
Institucional -PRI-, le entregó las participaciones municipales a
cuenta-gotas, motivo por el cual Ruffo tuvo muchas complicaciones
presupuestales.
Sin embargo, y con una exitosa estrategia de comunicación, Ruffo convocó
a los ensenadenses a salir a las calles a barrer los frentes de sus
casas, debido a que el gobierno municipal no tenía dinero para pagar los
servicios públicos.
El alcalde de la Bella Cenicienta del Pacífico puso el ejemplo, y una
foto barriendo, lo hizo muy popular en el estado, ante el permanente
enojo de Xicoténcatl Leyva.
Desde ahí, el ensenadense empezó a proyectarse como aspirante a la
candidatura de Acción Nacional a la gubernatura bajacaliforniana.
En las elecciones de 1989, Ruffo venció a la abanderada priísta,
Margarita Ortega Villa, y se convirtió en el primer gobernador de una
entidad, surgido de las filas de una organización distinta a las del
PRI, en toda la historia de México.
Por cierto: 36 años después, aún hay priístas que aseguran, sin
argumento alguno, que en esos comicios se cometió un fraude electoral
que el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari,
organizó, con el objetivo de beneficiar a la organización blanquiazul.
Ruffo se convirtió en ese momento en un héroe que venció al invencible
partido tricolor.
Sin embargo, su gobierno estuvo lleno de controversias, siendo una de
ellas el pleito con los medios de comunicación.
Con todo y ello, el gobernador gozaba de una buena imagen. Aparentaba
ser una buena persona. Incorruptible.
Pero la acusación que le está haciendo en estos momentos el Gobierno
Federal, a través del secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García
Harfuch, da mucho que pensar.
La imagen de Ruffo, que durante muchos años estuvo en lo más alto, hoy
aparenta estar en lo más bajo.
Y esto apenas inicia.
Porque el Gobierno de la República no está jugando.
Va sobre él.
Lo quiere ver en la cárcel.